El martes 10 de octubre Google culminaba la adquisición del portal de broadcasting YouTube por $1.650M en acciones. Las opiniones acerca de la operación son contradictorias: desde lo que consideran que es un operación “perfecta” a los que ven en ella el segundo acto de la Burbuja Tecnológica vivida en 2000. Pero ¿qué supone en realidad esta operación empresarial? ¿Qué hay detrás de la misma? ¿Ha salido “cara”?
1. Los Actores y el cambio en la Red
Google, el popular y exitoso “buscatodo” de la Red ($1.465M de beneficio neto en 2005), líder absoluto en su segmento, nació en 1998 a partir de un proyecto de dos estudiantes de doctorado de la Universidad de Stanford: Larry Page y Sergey Brin. Desde sus inicios, ambos fundadores tenían un objetivo común: conseguir información relevante a partir de una importante cantidad de datos. Hoy en día la filosofía de Google permanece intacta desde su aparición: “El objetivo de Google consiste en organizar información proveniente de todo el mundo y hacerla accesible y útil de forma universal”. En la Red, gracias a la disponibilidad de ancho de banda, el vídeo es hoy la “killer app” en lo referente a información, y Google, fiel a su filosofía, quiere organizarla.
YouTube es un sitio web fundado en febrero de 2005 por Chad Hurley, Steve Chen, Jawed Karim, tres antiguos empleados de PayPal. Como indica su lema, “Broadcast Yourself”, permite a los usuarios compartir y ver vídeos. Basa su popularidad (30M de descargas) en:
La sencillez con que permite alojar y visualizar vídeos personales.
La posibilidad de crear “espacios personales” y comunidades de usuario (con información personal, de contacto, suscriptores, vídeos…).
La variedad de clips de películas y programas de televisión, videos musicales, y vídeos caseros que aloja, en muchas ocasiones con copyright, a pesar de las estrictas reglas de YouTube en contra, lo que le ha generado problemas legales.
La posibilidad de enlazar los vídeos alojados desde blogs y sitios web personales.
En un mundo en el que se consolida la Web 2.0, es decir la transición de Internet de algo puramente estático y unidireccional, a la interacción, las redes sociales, la publicidad y el usuario como un elemento más “aportador” de valor en la cadena, los beneficios mutuos y las sinergias que puede aportar esta operación empresarial son enormes, más allá del precio pagado y de los posibles problemas legales que se plantean, como veremos a continuación.
2. La Operación: ¿por qué ha pagado Google $1.650 M en acciones?
En primer lugar, YouTube es tráfico. Y tráfico en Internet equivale a dinero, bien mediante la venta directa del contenido al internauta, bien a través de la inserción de publicidad en las páginas más visitadas. En la Red, con una base de costes estable, una vez fijada la estructura de negocio, cualquier ingreso marginal adicional va directo a la línea de resultados. Pero el éxito depende del número de usuarios que se sea capaz de atraer.
De momento, el tráfico de YouTube (100M de páginas vistas al día, 30,5M de visitantes únicos al mes) ya es para Google, que ahora está en disposición de decidir si cobra por él, como hace con Google Video Store (VoD), o aplica un modelo de tipo AdWords. A día de hoy YouTube permite a Google situarse como el líder en la búsqueda de vídeo online en la Red, segmento donde las cosas no le estaban yendo del todo bien, con aproximadamente un 58% de cuota de mercado (47% YouTube, 11% Google Video), frente al 22% de MySpace, propiedad de News Corporation (Rupert Murdoch), que pagó por ella $580 M.
Además, estar dentro del universo Google hace crecer el valor de YouTube:
- Está en situación de mejorar su rentabilidad, en números rojos debido a los costes de almacenamiento y ancho de banda que genera el vídeo manejado por el portal ($20M anuales). A “caído” en manos de los “reyes de la segmentación”, expertos en generar ingresos mediante publicidad contextual relacionada con los intereses del que está al otro lado de la pantalla. Y Google ya está trabajando en un modelo publicitario dentro del vídeo que no resulte molesto ni intrusivo, como hicieron con la publicidad contextual en las páginas web: como indica su CEO, Eric Schmidt, la publicidad en televisión es el próximo objetivo.
- Gana peso específico y forma parte de una compañía globalmente reconocida, con reputación y capacidad de negociación, lo que hace más fácil alcanzar acuerdos con propietarios y proveedores de contenidos (un sector en crisis por la piratería), algo útil de cara a resolver los problemas legales y enriquecer la oferta de contenidos. En estos dos sentidos van los acuerdos con CBS, Universal y SonyBMG, anunciados junto con la transacción empresarial. Además, YouTube afirma haber desarrollado una tecnología capaz de detectar automáticamente cuando un vídeo tiene copyright, lo que le sitúa aún más como medio de distribución de preferencia de contenidos (Web 2.0) de estas y otras compañías.
En segundo lugar, YouTube es marca y usuarios. Una marca que, en determinados segmentos de la sociedad, tiene un reconocimiento tan importante como la propia Google, que va más allá de un mero servidor de vídeo, para convertirse en el emblema de una colectividad. Con YouTube, Google ha adquirido una comunidad de usuarios unida por una serie de características comunes: juventud, conocimientos informáticos, capacidad de interacción… que ya canalizaba el 11% de sus accesos a través del propio Google. El potencial a arrancar de estos internautas es inmenso, una oportunidad que Google, con su publicidad contextual, no podía desaprovechar. Continúa así algo que ya inició con su compromiso de desembolsar $900M por tres años de inserciones publicitarias AdSense en la comunidad MySpace y otros sitios de News Corp., similar a lo que MSN (Microsoft), ha conseguido con el Messenger, logrando una posición destacada en la carrera de la Web 2.0.
Finalmente, la adquisición no sólo consolida a Google en el segmento del vídeo, sino que retira una amanzana del mercado, es una protección contra la posible adquisición de YouTube por un competidor como Microsoft, Yahoo (que ya han compatibilizado sus “messengers” ante la amenaza de Google Talk o Skype), Viacom o la propia News Corp.
En el caso particular de MS, que en septiembre lanzó a través de MSN el servicio Soapbox, casi idéntico a YouTube, supone un nuevo “pellizco” a un rival con el que Google se ha empeñado en competir, ofreciendo o promocionando alternativas gratuitas al software de ésta y erigiéndose, de cara a la comunidad de Internet, en la Némesis o alter-ego del gigante informático, con modelos de negocio a priori totalmente opuestos, pero cuyo objetivo común parece ser hacerse con el dominio de la Red (y sale de nuevo a colación el acuerdo alcanzado con SonyBMG, la compañía de contenidos de Sony, que ya tiene una batalla abierta son MS por el liderato en el mundo de las consolas: PlayStation 3 vs. Xbox 360).
Quizá por eso Google se ha apresurado a comprar pagando $1.650M ($150M más que el mínimo pedido por los propietarios o $500M menos de lo que sugieren otras operaciones empresariales que implican “adquisición” de tráfico en la Red) en lugar de aplicar el “do-it-yourself”.
Etiquetas: Empresas, Tecnología